Entre amigos este es un tema recurrente en las conversaciones. Me toca bastante, porque además de trabajar a tiempo completo en videojuegos y de organizar jams, también tengo un pasado trabajando en HR, por lo que estoy familiarizado con cómo intenta venderse la gente que busca empleo: CVs, entrevistas, ferias de empleo, networkings, etc. El tema de este post es un poco delicado, porque define un terreno en el que se encuentran (de bruces) las aspiraciones personales y la realidad laboral y empresarial que nos toca en España. La cuestión es la siguiente: ¿debería poner los juegos que he hecho en jams en mi CV?
He leído muchos CVs que relatan con todo lujo de detalles los juegos que ha hecho en jams: títulos, mecánicas, papel en el equipo, tecnología, etc. Curiosamente esto lo he visto en candidatos que están en dos polos opuestos: gente que está empezando y no tienen una experiencia "de peso" debido sobre todo a su juventud, y gente que tiene mucha experiencia en su disciplina (modelado, programación, etc.) pero que no ha trabajado antes en el campo de los videojuegos. Por otra parte, me han llegado colegas alucinando con el hecho de que en entrevistas, les recriminaran que "no tenía experiencia en jams", a pesar de tener CV muy buenos, con formación de primera y experiencia demostrable. Todo esto hace que me pregunte lo siguiente: ¿cómo está acogiendo la esfera de la búsqueda de empleo (trabajadores en potencia, empresarios y gente de HR) en videojuegos el tema de jams, start-up weekends, codecamps y hackathones? ¿de verdad se está entendiendo el alcance de este tipo de eventos?
Llevo ya unos cuantos años organizando y haciendo jams y sé que para mucha gente han sido experiencias transformadoras: al final del fin de semana la gente sale motivada y con ilusión por hacer lo que les gusta. Después de entregar, tienen lo que en psicología llamaríamos un subidón de autoeficacia. Ese subidón es el que debería sentir cualquier persona con afán de superación y aprendizaje al completar una tarea durante su vida académica, en proyectos, al acabar cursos o talleres, etc. En definitiva, al completar cualquier hito que suponga un reto, mejora la percepción de uno mismo como persona capaz y apta para el estudio, trabajo, etc.
Está muy bien que pongamos en estima los logros conseguidos y que les demos valor, pero tenemos que ser conscientes del alcance de estos logros. Creo que participar y hacer pinitos en jams está muy bien porque es muy enriquecedor y motivante, pero seamos francos: por mucho que se aprenda en un fin de semana, no aporta una experiencia comparable a la de un trabajo de verdad. Dudo incluso que sea una experiencia significativa a nivel de producción en sí misma que tuviera que ser tenida en cuenta en un proceso de selección: no hay proceso iterativo, la organización de la producción no es sistemática, hay muchas decisiones tomadas de manera excesivamente rápida, etc. Una persona puede dar lo mejor de sí en un contexto de 48 horas, pero estoy seguro de que si esa misma persona trabaja evaluando, cuestionando y corrigiendo la propia producción, el resultado fruto de este proceso iterativo va a ser simplemente mucho mejor. ¿Por qué venderse por menos del máximo?
Con esto no quiero decir que doy un "no rotundo" a hablar de jams en los CVs. Lo que me parece más valorable de que un candidato vaya a este tipo de eventos es que demuestran su proactividad: las ganas de hacer cosas, el intentar moverse para conocer a otros profesionales o estudiantes, dedicar algo de tu tiempo libre a tu pasión, etc. Eso es más importante que la factura de su producción en estos eventos, máxime si está empezando.
Si eres joven y no cuentas con experiencia, mi pequeño consejo sería dar valor a lo más importante: tu formación y tus aptitudes, ¡elementos que habrás cultivado durante años y no durante sólo un fin de semana! Los pequeños proyectos de jams los enseñaría a petición o quizás en un portfolio, pero creo que no deberían acaparar espacio central en tu CV. En el portfolio deben primar los contenidos en los que se ha trabajado en profundidad y debería ser una selección de lo que mejor tengas para enseñar: modelos, animaciones, temas, proyectos, etc.
El terreno laboral va a cambiar mucho dentro de un par de años. Hay varios miles de alumnos haciendo formación especializada para meterse en la industria, muchas más personas de las que en España se puede absorber desde el tejido empresarial actual. No soy un experto ni mucho menos, pero esto creo que va a tener varias consecuencias a nivel laboral: el nivel de formación de entrada subirá, habrá más emprendimiento (espero) y... ¿más emigración?
Esto es sólo una opinión de muchas, que sólo intenta poner en valor el alcance de este tipo de actividades. Pronto veremos cómo todo este tipo de eventos se diversifica y, al mismo tiempo, la participación en los mismos se normalice.
viernes, 24 de febrero de 2017
sábado, 11 de febrero de 2017
#freakend juegos 2017
Ya hace un año que acudí por primera vez a este evento. ¡Cómo pasa el tiempo! Freakend es un encuentro de desarrolladores de videojuegos que tiene lugar una vez al año en la Sierra de Madrid. Viene muchísima gente interesante, gente con mucha experiencia, gente más novata... ¡pero todos con ganas de aprender y empaparse!
Este año íbamos una buena expedición desde Sevilla, y tuvimos a bien salir un poco más temprano que el año pasado, para llegar a tiempo a la charla de presentación y a la cena del viernes. El viaje son siete horitas de coche, pero con la cantidad de paridas que vamos diciendo, se pasan rápido. La playlist de este año consistió básicamente en la banda sonora de Double Dragon Neon, Music for the Jilted Generation, Cat Astro Phi, PPPPPP y alguna cosilla más que había por el coche. A ver si para la próxima nos lo curramos un poco y no improvisamos tanto. ¡Pronto los CDs de David estarán completamente degradados!
Esta edición tuvo lugar en un alojamiento rural de Becerril de la Sierra (Madrid), en el Hotel Las Gacelas, cuya planta baja invadimos al 100%. La verdad que el cambio de sitio ha sido para bien, que el año pasado pasamos un poquitín de frío. Este año el acceso era más sencillo, las habitaciones más cómodas, mejor comida y teníamos una sala muy amplia dedicada al cacharreo.
La dinámica fue un poco más relajada que en la edición anterior, que en mi opinión, adoleció de tener un número de charlas excesivo. Este año sólo hubo un track y hubo tiempo suficiente para hablar distendidamente con la gente hasta altas horas de la madrugada. De media me quedé hasta las seis y levantándome a las once (¡el desayuno era hasta las doce y había que apurar!).
Estuve en casi todas las charlas, y señalaría que las que más me entusiasmaron fueron la de 50 sombras de eSports de Nacho Lasheras, la mesa redonda sobre presencia en VR de Diego Bezares (que se prolongó hasta bien entrada la madrugada), hacking de juegos con JS de Carlos Hernández, narrativa ambiental de Juan Fernandez de Ninja Theory, la presentación de Fabric Engine de reality3d, la de Unai Landa sobre desarrollo y mantenimiento de su propio motor en Digital Legends y por supuesto la de Zalo sobre ZGB. ¡Hubo muchas más! El nivel la verdad creo que estuvo muy muy bien y no hay muchas ocasiones de disfrutar de algo así sin salir del país.
El nivel de "tecnicismo" de las charlas yo creo que fue adecuado. Por lo que he presenciado y he ido leyendo sobre las últimas ediciones, creo que el evento se va abriendo cada vez más a perfiles más diversos y no está centrado únicamente en programación. Había algunas más hardcore que otras, y si tropezabas con alguna que estuviera demasiado lejos de tu scope de trabajo (algo natural, porque el tema de hacer juegos incluye disciplinas muy diferentes), siempre podías quedarte a cacharrear fuera o a charlar con otros asistentes en la sala del café.
Este año hubo mucha, muchísima VR. ¡Ya se veía venir, pero no me esperaba tanto tan de repente! En la sala de cacharreo había un montón de dispositivos funcionando y parece que es definitivamente uno de los focos de interés general de los asistentes.
Este año íbamos una buena expedición desde Sevilla, y tuvimos a bien salir un poco más temprano que el año pasado, para llegar a tiempo a la charla de presentación y a la cena del viernes. El viaje son siete horitas de coche, pero con la cantidad de paridas que vamos diciendo, se pasan rápido. La playlist de este año consistió básicamente en la banda sonora de Double Dragon Neon, Music for the Jilted Generation, Cat Astro Phi, PPPPPP y alguna cosilla más que había por el coche. A ver si para la próxima nos lo curramos un poco y no improvisamos tanto. ¡Pronto los CDs de David estarán completamente degradados!
La dinámica fue un poco más relajada que en la edición anterior, que en mi opinión, adoleció de tener un número de charlas excesivo. Este año sólo hubo un track y hubo tiempo suficiente para hablar distendidamente con la gente hasta altas horas de la madrugada. De media me quedé hasta las seis y levantándome a las once (¡el desayuno era hasta las doce y había que apurar!).
El nivel de "tecnicismo" de las charlas yo creo que fue adecuado. Por lo que he presenciado y he ido leyendo sobre las últimas ediciones, creo que el evento se va abriendo cada vez más a perfiles más diversos y no está centrado únicamente en programación. Había algunas más hardcore que otras, y si tropezabas con alguna que estuviera demasiado lejos de tu scope de trabajo (algo natural, porque el tema de hacer juegos incluye disciplinas muy diferentes), siempre podías quedarte a cacharrear fuera o a charlar con otros asistentes en la sala del café.
Este año hubo mucha, muchísima VR. ¡Ya se veía venir, pero no me esperaba tanto tan de repente! En la sala de cacharreo había un montón de dispositivos funcionando y parece que es definitivamente uno de los focos de interés general de los asistentes.
Como extra, tuve la ocasión de ver y reencontrarme con mucha gente que no veía desde los años en que iba a demoparties: los hermanos Tromp, Kile, r3d, etc. La verdad es que veo que la gente sigue en la misma dinámica, ¡pero los años no pasan en balde! La sensación de terminar el evento es parecida a las de las parties de antaño: ganas de hacer cosas y energías renovadas para seguir en este tipo de fregados... Uno de los puntos fuertes del evento es que puedes, simplemente, hablar y conocer un poquito más a la gente. No faltaron los piques al Samurai Gunn con Ludipe, las charlas sobre NeoGeo con David Jaumandreu o la sesión de bicheo de ASM de NES con Miguel Murat y David Colmenero.
Quería agradecer a Jorge todo el trabajo de organización, así como a todos los asistentes y compañeros de viaje por compartir un fin de semana muy enriquecedor. ¡Espero poder repetir el año que viene!
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