Mi actividad por aquí últimamente es testimonial, pero he decidido escribir un texto de despedida del año... ¡principalmente porque nunca sé qué hacer con las últimas horas del año!
2020 ha sido, como mínimo, un año atípico para todos. Las inclemencias sanitarias, económicas y sociales han salpicado a todo el mundo en mayor o menor medida. Poco hay que contar al respecto que no se haya dicho mil y una veces ya, pero... ¿cómo ha sido el año para mi?
A pesar de haber pasado momentos realmente malos, he conseguido salir de ellos reforzado, y con una visión en perspectiva de todas las cosas buenas que tengo en mi día a día. Al mismo tiempo, superar algunas de estas vicisitudes me ha dado el empuje necesario para cerrar puertas a la toxicidad y para filtrar situaciones de las que poco o nada iba a sacar en claro. Seleccionar cuidadosamente en qué y quién invertir energía es una habilidad esencial a desarrollar, máxime en los tiempos que corren, donde la atención es el bien más preciado.
En la mochila para el recuerdo me llevo la experiencia del confinamiento, que desde luego me dio muchísimo tiempo y material en el que pensar; un momento diferente en la vida donde todo pareció pararse. ¡No pensaba que eso fuera posible!
Me llevo también el cambio de empresa, la experiencia de trabajar desde casa, la brutal limitación de contacto social, las rutinas de auto y mutuo cuidado... Creo que 2020 ha sido el año de búsqueda de las dinámicas de disciplina que tanto ansío. ¡Siempre se puede mejorar, pero no ha ido mal!
Ya tengo el escritorio de trabajo listo para 2021 :) |
Para terminar, haría un ránking de las cositas que más he disfrutado este año, pero he preferido poner una lista de cosas diversas de forma desordenada, que tenemos la manía de estar encasillando y comparando todo el rato. Pido perdón de antemano por el eclecticismo:
- Mini Motorways (Dinosaur Polo Club): sin duda el juego al que más horas he echado. Es muy sencillo, pero la ejecución es elegantísima. Las nuevas actualizaciones con retos y más ciudades, le dan nuevo valor.
- Sayonara Wild Hearts (Simogo): increíble lo bien cohesionado que está todo. Me hizo sentir muy muy bien.
- The Boys (Amazon Prime): hacía mucho tiempo que no me enganchaba a una serie "semana a semana". Gran reparto e historia interesante. Por fin algo relevante en el campo de los superhéroes.
- Todo lo que he aprendido con la psicología económica (Richard H. Thaler): los libros relacionados con la psicología social normalmente parecen una colección de obviedades, pero pocos he leído tan interesantes como este.
- Choose Your Weapon (Hiatus Kaiyote): uno de mis discos favoritos de los últimos años, al que he dado muchas muchas escuchas en este 2020.
- Mordechai (Khruangbin): esperé el nuevo disco de Khruangbin con bastante ansia. ¡Pocas veces he precomprado un álbum
- Dizzy Strange Summer (Genevieve Artadi): pocas veces me entusiasmo tanto con la personalidad musical de una artista concreta. Producción muy personal y canciones escritas con minuciosidad.
- 20th Century Boys (Naoki Urasawa): ¡vaya viaje! Desde que me compré un par de números "para probar" durante las vacaciones, no pude parar hasta completar todos los volúmenes. No estoy muy puesto en manga, pero creo que no me equivoco cuando digo que es toda una obra maestra. Genial para comentar e intercambiar impresiones con otros lectores al completar la lectura.
- The Beato Book (Rick Beato): un libro genial para estudiar guitarra y teoría musical en general.
He comprado bastantes libros que tengo en la recámara y que intuyo que voy a disfrutar a lo grande, pero como no los he leído, incluirlos sería hacer trampa. ¡Leer más puede ser un buen propósito para 2021!
A corto plazo espero sacar un EP con un proyecto que estoy terminando y también musicalizar un par de juegos retro que tengo en la recámara.
2020 no da para más. ¡Mucha energía a todos para empezar bien el año nuevo!
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