miércoles, 2 de mayo de 2012

Espectrogramas y procesamiento de audio

Revisando un comentario del amigo Nolver en G+ el post sobre la banda sonora de FEZ, me puse a trastear con espectrogramas de nuevo, después de muuucho tiempo. Esta vez se me ocurrió la chaladura de observar "por diversión" cómo afectarían diferentes efectos y procesos de audio a un espectrograma conocido.

Me encanta pensar que vivimos en un universo donde la energía rebota en nuestros sentidos de diferente forma. Vista y oído no son sino antenas capaces de sintonizar diferentes espectros del continuum de frecuencias. Los humanos somos bichos muy visuales, así que los espectogramas son una forma magnífica de hacer conscientes muchas realidades ocultas para los duros de oído. En ese sentido me parece precioso cómo se desvanecen las mismas frecuencias en el tiempo con reverb o delay o cómo se dispara el contenido armónico con la distorsión.

Partí de la calavera que tantas veces hemos utilizado para Familiar, a la cual apliqué diferentes procesos con parámetros bastante extremos para que su huella fuera exagerada y se apreciara con facilidad.

Original
Autopan
La fuente era monocromática, así que el sonido fuente era mono. No hay grandes cambios.
Compresión extrema
Disminución de amplitud generalizada equivale a tonos menos brillantes en las zonas activas. Hubiera sido interesante aplicar compresión multibanda para ver diferentes niveles de brillo en el espectro.
Chorus
Esta es mi favorita. Se puede ver perfectamente cómo modula el oscilador de baja frecuencia todo el contenido armónico de la calavera y las tibias pixeladas.
Delay
Eco como estela visual. Mismas frecuencias cada vez con menos brillo. Se pueden apreciar las huellas discretas en el espectro.
Distorsión
Contenido armónico a tope.
Flanger
Armónicos relacionados con las frecuencias activas aparecen y desaparecen.

Reverberaciones
Con diferente tamaño y decamiento. Un delay con repeticiones no discretas.
El otro día Romain Gauthier criticaba en su twitter, con mucha razón, lo excesivamente visuales que nos habíamos vuelto los músicos con el fácil acceso a los medidores de los sistemas de trabajo digitales. No debemos olvidar que lo verdaderamente importante es escuchar, y que más allá de los medidores por muy bonitos que puedan llegar a ser, nunca van a medir la parte artística de una obra. ¡Todo está en tu cerebro!

Ahora que me fijo, esta entrada tiene cierto aire a lo kosmoplovci. ¡Qué más quisiera yo!

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